La solución estándar, esa que se monta en un suspiro y a la que se suele aplicar alguna plantilla, puede ser una buena solución en los inicios de un negocio, sobre todo para testar el modelo o la propuesta en plan low cost.
¿Pero qué pasa cuando necesitas modificar la propuesta, en base a tus métricas de negocio, las pistas que te da el mercado o el comportamiento de tus clientes?