¿Teletrabajo y buen rollo? Sí, es posible

Ilustración de dos personas sentadas una frente a otra

Nuestra forma de trabajar ha cambiado de manera extraordinaria desde la irrupción del COVID-19 y el inicio del confinamiento a mediados de marzo. Hemos pasado de trabajar en la oficina, habituados a interactuar constante y físicamente con nuestros compañeros a hacerlo en remoto, de forma individual, cada uno desde su casa. Nos hemos visto obligados a replantearnos la forma en la que nos relacionamos y nos comunicamos con nuestros compañeros de trabajo a todos los niveles, sustituyendo la ausencia de contacto físico por contacto digital, pero ¿podemos llegar a sustituir toda interacción social que se da en un espacio de trabajo como la oficina por medios exclusivamente digitales?

Transición a remoto

Realizar esta transición nos ha resultado bastante sencilla y fluida en Biko. Estamos habituados a trabajar en remoto (un porcentaje significativo de nuestra plantilla trabaja completamente en remoto) por lo que el cambio no ha supuesto un problema. 

Hemos tomado una serie de medidas para mantener la comunicación formal inalterada. Dinámicas como el stand up meeting diario de los equipos se hacen a través de hangout, realizamos workshops en remoto con los clientes, sesiones de retrospectiva completamente digitalizadas y todas las semanas nos juntamos toda la oficina para nuestra “charla de confinamiento” donde se nos informa sobre la situación de la organización y temas de interés común.

Una captura de pantalla de una de las «charlas de confinamiento»

Todas estas medidas nos han permitido mantener nuestra forma y ritmo de trabajo sin apenas fricciones. Nuestra comunicación formal y profesional está totalmente cubierta.

¿Y qué pasa con la comunicación más informal?

Pero existen otros muchos aspectos que forman parte indispensable de nuestro día a día en la oficina que resultan más complejos de trasladar a un plano completamente digital; los almuerzos de cumpleaños, las conversaciones en los pasillos o al lado de la máquina de café, el comer juntos en la cocina, el levantarse a molestar a la compañera/o del al lado… Priorizamos tanto los aspectos profesionales que resulta muy fácil dejar de lado todas estas interacciones sociales que resultan tan esenciales y positivas en nuestro día a día. Es la comunicación informal o casual la que define nuestra cultura.

Por este motivo planteamos en Biko una sesión de brainstorming masiva (intentamos enredar a toda la oficina) para sacar ideas de como emular o adaptar al entorno digital todas esas interacciones que tanta vidilla nos da en nuestro día a día y así reanimar nuestra comunicación informal.

Sacamos un buen puñado de ideas, votamos las más relevantes y las hemos ido incluyendo durante marzo, abril, mayo y junio poco a poco en nuestra rutina. He aquí la lista de las diferentes medidas que hemos incorporado, algunas de ellas con perspectiva de quedarse tras el confinamiento 🙂 .

Ideas para potenciar nuestra comunicación informal

Cocina virtual

El epicentro de la vida social en Biko sucede en la cocina. Es entre estas 4 paredes donde celebramos los almuerzos de cumpleaños, donde comemos, donde hacemos la pausa para el café, donde circulan libremente todos los cotilleos, hipótesis y teorías conspiratorias, terraplanistas, anti vaxxers… Es por ello que hemos creado una sala permanente de hangout donde cualquiera puede entrar a cualquier hora a tomar el café o “ciberalmorzar” en compañía de otros compañeros que se encuentre en la sala. Es nuestro punto de reunión digital.

Biko Scouts

Derivado de la sesión de brainstorming ha surgido un grupo de trabajo que se encarga de organizar y facilitar actividades de carácter lúdico y social dentro de Biko todas las semanas. Inspirados en la cultura boy scouts, los participantes de cada una de estas actividades reciben al finalizar esta, un mail de agradecimiento y una chapa digital para reconocer su participación.

Chapas digitales de las actividades de los Biko Scouts

Torneo del viernes

Dedicamos la última media hora de la semana para competir entre nosotros en torneos de diversa índole. Hemos realizado torneos de pinturillo, donde los participantes tienen que dibujar ciertas palabras para que el resto las adivine, jugamos al snake, donde intentamos zamparnos a nuestros compañeros (en este caso enemigos)… De esta forma despedimos la semana relajados y siempre nos echamos unas buenas risas.

Competición de almuerzos

El almuerzo es un tema que roza lo sagrado. Es una regla no escrita en Biko que cada nuevo fichaje y cada cumpleaños se tiene que celebrar con un opíparo almuerzo. Para no perder esta costumbre hemos organizado competiciones de almuerzos en la cocina digital, donde cada uno presenta el almuerzo que ha preparado y se vota el más apetecible. Es la excusa perfecta para juntarnos y desconectar un rato de la rutina diaria.

Canales sociales

Una serie de canales internos en slack para fomentar la interacción social con el resto de compañeras/os en Biko. Hay canales para todo, como #eldiscodelviernes donde cada viernes (y también otros días) se comparten discos y canciones o #bikobeer donde los expertos del lúpulo y la cebada organizan catas digitales y debaten sobre qué cerveza artesana es la más sabrosa, tenemos también #bikosport donde se organizan quedadas para andar en bici, patinar, escalar… y el #bikomarket donde se puede intercambiar, vender o comprar casi cualquier cosa. 

Dailys disfrazados

El stand up meeting diario en remoto con Hangout al que le añadimos un toque más desenfadado para comenzar el día con un poco de humor. Cada miembro del equipo aparece con un complemento distinto cada día o incluso un disfraz completo. Esta técnica nos ha ayudado a llevar mejor el inicio del día, sobre todo las primeras semanas de confinamiento, donde la situación resultaba más desconocida e incierta.

Daily del equipo HAL9000 disfrazados

Conclusión

Todas estas medidas han propiciado que el cambio de trabajar en la oficina rodeado de compañeros y amigos, a trabajar cada uno desde casa haya sido menos marcado. Hemos seguido interactuando de forma más informal con nuestros equipos, nuestro círculo de amistades y hemos tenido la oportunidad de conocer mejor a otros compañeros con los que antes no teníamos tanto trato. Porque uno de los factores principales que definen un buen sitio de trabajo, son las personas que trabajan en él y la relación que tenemos con cada una de ellas y es algo que no podemos perder.