A estas alturas de la película todos nuestros clientes saben que deben estar presentes en los dispositivos móviles de sus públicos target, ya que los datos hablan por sí solos. En España los hogares tienen casi los mismos teléfonos móviles que televisores. Y el teléfono móvil es el dispositivo más utilizado hoy en día para conectarse a Internet (85,5%), por delante de ordenadores portátiles (77,7%) o de sobremesa (73,3%). [Más datos y fuentes sobre estas cifras].
Pero el debate sobre cuál es la mejor forma de estar presente en movilidad continúa. Y no es un debate recién empezado… Ya se han cumplido ni más ni menos que 4 años desde que publicamos en este mismo blog Apps vs. Navegadores en smartphones y tablets: ¿Cuándo hay que optar por un app? (I) y (II). Un año más tarde, en 2011 hablábamos de Aplicaciones para el iPad: ¿web-app o iOS-app? Y en 2013 publicamos el webinar Tengo una idea para un aplicación móvil, ¿app nativa o híbrida?
Y sin embargo, tengo la sensación de que nuestros clientes siguen con las mismas dudas. O tal vez se trate de clientes que hasta hace poco no se habían animado a entrar al mundo de la movilidad y ahora quieren lanzarse, pero no tienen claro por dónde empezar. Así que vamos a ver si nos aclaramos todos un poco.
Para empezar, debemos conocer las opciones que hay de estar en movilidad:
- Web responsive: se trata de un sitio web construido de forma que su visualización se adapta a los distintos dispositivos y resoluciones de pantalla, que hoy en día son muchos y variados. Pero debe quedar claro que en todos esos dispositivos siempre se cargará el mismo sitio web, con variaciones únicamente de visualización (maquetación, diseño, elementos ocultos, etc.)
- Web móvil: es una versión alternativa del sitio web, que únicamente se cargará en los dispositivos móviles y que debe estar optimizada para ellos. Esto se logra modificando, no sólo la presentación o visualización, sino también los propios contenidos y la navegación, para mejorar sustancialmente la experiencia del usuario desde el móvil.
- Webapp: en esencia es también un sitio web. Pero en apariencia es una app. ¿Cómo se logra? Montando un sitio cuyo diseño es muy del estilo de las apps, embebido en un webview (un navegador “capado”, que no permite la funcionalidad propia del navegador) y creando un icono de acceso a este sitio. El icono será descargable desde la web y se ubicará en el escritorio del dispositivo móvil junto a los iconos de las apps, como uno más. ¡Buena trampa!
- App nativa: se trata de una aplicación móvil programada en el lenguaje nativo del dispositivo. Puede ser una app para iOS (el SO de Apple para iPod, iPhone y iPads), para Android (el SO mayoritario en el mercado español, con una cuota del 72,9% a finales de 2013), para WindowsPhone (muy lejos en nivel de penetración), etc. Al ser app, se descarga desde las stores (AppStore, GooglePlay, Samsung Store…) y sólo funciona en los dispositivos para los que ha sido programada.
- App híbrida: es también una aplicación y por tanto se descarga desde las stores. Pero en cambio, parte de su desarrollo se hace en HTML5, el lenguaje de programación de la Web, con lo que se puede reutilizar en los distintos SOs. Ofrece ventajas de las apps y de las webs. Pero también tiene desventajas propias de ambas…
Entonces… ¿qué opción es la mejor para mi negocio?