¿Qué no es un Mínimo Producto Viable?

Se ha escrito y se sigue escribiendo mucho sobre las bondades de la filosofía Lean a la hora de crear una startup y lanzar un nuevo producto o servicio al mercado. Por eso no lo voy a hacer ahora.

minimo-producto-viableVoy a hablar de lo que no es un modelo Lean y particularmente de lo que no es un Mínimo Producto Viable (MPV). ¿Por qué? Son dos las razones.

Primero, porque últimamente me estoy encontrando muchas oportunidades como proveedor en las que las demandas que se plantean se orientan a lanzar un MPV. Y rascando, en la mayoría de las ocasiones no es así.

La otra es porque en Biko nos gusta discutir con nuestros clientes qué no es su proyecto para que nos ayude a definir lo que realmente debe ser. Y creo que en este caso puede ser útil.

¿Qué 5 cosas NO son un Mínimo Producto Viable?

1 MPV ≠ Un proyecto barato. ¿Obvio, verdad? Pues nos lo estamos encontrando mucho. Una cosa es trabajar la filosofía lean que nos permita construir nuestro modelo de negocio y ahorrar mucho esfuerzo, tiempo y dinero, sobre todo minimizando el riesgo al equivocarnos.

Otra es hacer un proyecto digital lo más barato posible incorporando el mayor número de funcionalidades posibles. Está muy bien querer maximizar al máximo los recursos y la relación con un proveedor. Pero claramente son dos cosas distintas.

no-es-mpv-1

Recomiendo evitar acrónimos glamourosos como MPV para enmascarar los esquemas de toda la vida a la hora de relacionarnos con proveedores e inversores. Generan mucha confusión.

2 MPV ≠ Un proyecto “Wow” para seducir a inversores . No es lo mismo presentar a un inversor un powerpoint con nuestro plan de negocio que un producto o servicio digital ya en el mercado con una oferta potente. Teóricamente el segundo caso se presenta como más valioso y pone a la startup en mejores condiciones de negociación.

Pero si el objetivo clave es “necesito trabajar un MPV cuanto antes para poder presentar el proyecto a inversores” entonces, de nuevo estaremos haciendo algo que puede tener sentido pero que realmente no es un MPV. ¿Por qué?

En un MVP de lo que se trata es de testar las claves del modelo en el mercado, aprender e iterar, y a partir de las lecciones aprendidas ir dando nuevos pasos en el proyecto. Por lo tanto el MPV no es una foto fija sino un conjunto de pasos que me permiten llegar donde queremos.

Otro día contaré en detalle los peligros que estamos viendo en esquemas similares a éste. Y las oportunidades que ofrece el modelo de MPV.

3 MPV ≠ Un proyecto que me permita conseguir miles o cientos de miles de usuarios por dos duros y si funciona sigo. No se trata de acertar a la primera o si vemos que no da los resultados esperados, olvidarnos del asunto después de haber invertido lo menos posible.

Se supone que estamos aquí para desarrollar un modelo de negocio a lo largo del tiempo y encontrar las claves que nos permitan enganchar con el mercado y construir una propuesta de valor atractiva. Así que habrá que perseverar y darle una oportunidad al proyecto. La filosofía lean nos ayudará a la sostenibilidad del proceso a lo largo del tiempo.

4 MPV ≠ Una manera de construir mi plataforma online por etapas, funcionalidad a funcionalidad, de manera que pueda sufragar su coste en el tiempo. Estrategia clave con los tiempos que corren, sobre todo porque acceder a recursos económicos es complejo y cada inversión tiene que venir acompaña de un claro retorno. Pero muchas veces este tipo de planteamientos se acompañan de hojas de ruta muy definidas y planificadas, y este esquema choca con la filosofía de perseverar-pivotar o con la necesidad de dedicar tiempo y recursos a aprender de la experiencia y no sólo a lanzar al mercado nueva funcionalidad.

5 MPV ≠ Un proyecto cutre . La peor confusión de todas, sobre todo porque bajo ningún concepto hay que descuidar aquello que presentamos ante nuestros clientes. Otra cosa es que dejemos de lado aspectos no fundamentales donde entendemos que no reside nuestro valor, o que se resuelvan en fases iniciales de forma muy simple. Pero lo que me parece esencial es que la rapidez y el ajuste de costes no devalúen nuestra propuesta de valor en las fases iniciales. Hagamos lo justo y necesario, pero hagámoslo de una manera que nos garantice que nuestros clientes perciben el valor de lo que les ofrecemos.

Seguro que se os ocurre alguna más en base a vuestra experiencia.

No puedo aguantarme y terminar este post sin alguna recomendación, es algo que va en mis genes.

Si realmente le dais valor a esta manera de hacer las cosas y apostáis por trabajar vuestro negocio de esta forma, por favor, preved desde el principio tiempo, recursos y dinero en recoger información, analizarla y aprender a partir de ella. Se olvida muchas veces. Y es una pena. Aniquila la esencia del modelo y sin ella, ya sabes… no estaremos trabajando un MPV de verdad.