Metodologías ágiles y lean-UX: una lección de mis alumnos

Metodologías Ágiles

Este mes de febrero hará 14 años desde que empecé a dar clases en FCOM (Universidad de Navarra) sobre cómo desarrollar proyectos de comunicación digital. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Conceptos como  multimedia, hipertexto, interactividad, experiencia de usuario, arquitectura de información, usabilidad o conversión han evolucionado a la par que Internet, el marketing online y las redes sociales. La gestión de los proyectos que enseño a mis alumnos, también ha cambiado.

En Biko llevamos ya tiempo gestionando proyectos con metodologías ágiles. Al principio lo aplicamos sobre todo en  las fases de desarrollo. Y algo después, comenzamos a aplicarlo también en las fases iniciales de conceptualización y definición. En la actualidad trabajamos con la metodología Lean-UX  que describía  Ujué en sus 5 píldoras de creatividad inspiradora.

Metodologías Ágiles

Pues bien, en el último cuatrimestre han sido mis alumnos los que me han dado una lección de metodologías ágiles y lean-UX, en lugar de enseñarles yo a ellos lo que hacemos en el mundo profesional.

Hoy en día, todos mis alumnos son ya nativos digitales. Y eso se nota. Tienen una forma de funcionar bien distinta a la de los alumnos de hace 14 años. Rara vez se leen las instrucciones de un trabajo completas hasta el final, sino que se ponen en marcha inmediatamente, antes de terminar. Como solía decir mi madre, “echan a andar los pies antes que la cabeza”.

Estos alumnos no tienen ningún miedo al enfrentarse con  nuevas herramientas o aplicaciones: todos son usuarios intensivos de correo-e, mensajería instantánea y redes sociales, además de Google y la Wikipedia. Algunos incluso tienen blogs o cuenta en Twitter antes de llegar a la universidad. De manera que su forma de adquirir y aplicar el conocimiento, también es distinta.

Durante años, para definir un proyecto pedía a mis alumnos que dibujaran un diagrama de navegación, el típico “árbol de contenidos”, para reflejar la arquitectura del sitio web que iban a crear. Podían hacerlo con cualquier herramienta digital (Word, Powerpoint, Freehand, Photoshop,  herramientas online como Bubbl.us o de descarga, como Xmind…). Pero el diagrama (y su validación con el profesor) era un requisito antes de ponerse a construir.

Para mi sorpresa, en la última edición de la asignatura Comunicación Multimedia, el día que debían entregar el diagrama, dos de los equipos de trabajo ¡en vez del diagrama, tenían el sitio web montado y navegable! Aunque sin contenidos…

Por lo visto, habían detectado que les costaba el mismo tiempo, o más, elaborar un diagrama con esas herramientas. Y el diagrama no era  parte del “producto final”. Es decir, hacerlo suponía invertir tiempo (un bien escaso) en algo que no era avance en el proyecto. Por lo tanto, habían optado por dibujar el diagrama a mano (pensar y plasmar en un papel, que es más rápido) y emplear ese tiempo en montar la arquitectura del sitio, ya navegable, con alguno de los múltiples CMSs gratuitos que empleamos.

Al principio me pareció poco adecuado para el proceso de aprendizaje. Siempre habíamos hecho el diagrama de navegación primero… Pero pensándolo despacio, hacer el diagrama (pensar la arquitectura) sí lo habían hecho. Lo que no habían hecho era “perder el tiempo” pasándolo a limpio y bonito para entregárselo al profesor. En cambio, habían sido ágiles, ya que la validación y corrección de la arquitectura la pudimos hacer igualmente sobre el sitio ya montado, y con mucha más agilidad, ya que aplicábamos los cambios y veíamos el resultado sobre la marcha.

Esta pequeña anécdota me ha hecho pensar que, igual que mis alumnos son los trabajadores del futuro, las metodologías ágiles (tan espontáneas e integradas para ellos), son también las metodologías del futuro en este sector de la comunicación digital.