Crónica iRedes (II)

El congreso iRedes es un encuentro sosegado y con carácter casi hogareño que discurre tranquilamente en la ciudad de Burgos. Los asistentes son tanto o más interesantes que los propios ponentes. Es una oportunidad para conocer qué se está haciendo y pensando con las redes sociales, y cómo medios, académicos, periodistas, sociólogos, empresarios, agitadores y famosos se las apañan con ellas. Y la respuesta rápida a esto último es, si te lo estás preguntando, «de manera artesanal, y más por intuición que con método». Puedes encontrar las otras piezas aquí (1) y aquí (3).

Mesa redonda de juventud y participación política. Foto de Victoriano Izquierdo (@victorianoi)
Mesa redonda de juventud y participación política. Foto de Victoriano Izquierdo (@victorianoi)

Hay buenas crónicas y resúmenes en Trecebits (tanto de la edición de este año como la del anterior) y la web del congreso está ofreciendo las sesiones grabadas en youtube. Cualquiera podrá extraer sus conclusiones tras una panzada de vídeos. Aquí dejaré anotado lo más relevante desde mi punto de vista.

Preponderancia. La mayoría de la gente piensa en Facebook y Twitter cuando habla de redes sociales y descarta el resto de redes: ese es el tenor de las ponencias e intervenciones. Redes sociales hay cientos, pero solo se habla de las cuatro grandes. Desde el punto de vista de Biko, las redes sociales son el pegamento que acelera vertiginosamente las interacciones en la era de la hiperconexión y les otorga visibilidad.

Respecto al marketing social, nadie está simultáneamente midiendo y contándolo, en lo que parece un secreto mayor que la fórmula de la Coca Cola. Mi impresión: los retornos son desiguales, y todo es demasiado incipiente. No hay datos contrafactuales ni un recorrido suficiente para saber qué pasará cuando se acabe el efecto de la novedad. Creo sinceramente que las acciones más relevantes y avanzadas están ocurriendo en el sector de la banca. Abundaré en esto en unos días.

Una generación completa piensa que su carácter inédito y novedoso estriba en que dominan las redes sociales, hasta el punto de cometer la soberbia de pensar que nunca antes hubo revoluciones. Sin embargo, basta ver la ponencia sobre juventud y participación política para darse cuenta que están repitiendo los mismos esquemas que siempre, con los errores de juventud de siempre.

Entornos de participación. Me parece muy interesante la aseveración de Dolors Reig al afirmar que facebook se postula como el entorno donde desarrollar una expresión de democracia y de participación electoral. Sin embargo, no lo veo como una amenaza de sustitución. Mayor participación no es votar cada 15 días, sino mayor información y transparencia que hagan que nuestros gobernantes se sientan vigilados y en la obligación de rendir cuentas por sus actos, y especialmente en el largo plazo. La oscuridad es el peor enemigo de la democracia.

Valentía, interés y no mercantilismo. Si sólo tienes una hora que dedicar a visionar una charla, mi recomendación es que dediques tu tiempo a la charla organizaciones y redes sociales, especialmente a la intervención de Joan Jimenez, que intentó sacar el asunto de una discusión meramente mercantil, para llevarlo de vuelta pero bien encarrilado. En la misma ponencia, la intervención de Rafa Rubio, asesor de marianorajoy.es y la JMJ tiene un punto de valentía. Me parece interesante su explicación sobre ciertos incidentes: el comunity manager y el asesor pueden intervenir y opinar, pero las decisiones las toma el negocio, y donde manda patrón no manda marinero. Rubio explicó cómo muchas decisiones venían dadas o ni se consultaban. Ante eso, puede decirse que uno está en el tradicional dilema de dimitir o tratar de cambiar las cosas desde dentro.

Pasar a la acción. No se vio en este congreso, pero recomiendo un vistazo rápido a la amena ponencia de Roberto Carreras en el encuentro QDQ celebrado en el BBVA, donde explica el plan B, para entender su afirmación durante el congreso de que un día decidió dejar de pontificar en el desierto, y ponerse a predicar con el ejemplo, poniendo en práctica todo eso que anteriomente se empeñaba en aconsejar. El éxito ha sido rotundo.

¡No te pierdas la tercera parte!