Los pasados 2 y 3 de junio se celebró el Pamplona Software Craftmanship, el evento que reúne a los profesionales del desarrollo de software preocupados para compartir buenas prácticas y experiencias y mejorar así sus habilidades. Es un evento muy interesante en el mundo del desarrollo software, así que Biko no podía faltar como patrocinador y con la presencia además de cuatro desarrolladores.
El formato de este evento combina la potencia de un open space con varias sesiones fijas. En el open space no hay agenda ni ponentes predefinidos y son los propios asistentes antes quienes proponen y deciden los temas que se tratarán en las sesiones. Es un gran oportunidad para hablar, practicar y sobre todo aprender con otras personas también trabajan en el desarrollo de software. El buen ambiente que se respiraba y la terraza propiciaron entre los asistentes un espacio relajado donde se pudieron continuar con charlas y conversaciones de pasillo enriqueciendo aún más si cabe el evento.
Para mí era la primera vez que asistía a un evento de estas características. Normalmente he asistido a eventos de tecnologías concretas o de productos concretos como pueden ser la DrupalCamp o WordCamp y tenía especial interés en comprobar cómo funcionaría un evento de este tipo, que además, ya me habían recomendado.
Iba sin expectativas concretas, más allá de las relaciones personales, y creo que fue una buena idea. Me dejé llevar por el evento y las propuestas, tanto de las que ya estaban definidas como las del open space.
Las charlas fueron de todo tipo, desde metodologías Agile, pasando por la integración continua, UX o prácticas de desarrollo. Se llegó incluso a realizar un taller de TDD. Me gustó especialmente, porque no se enfocó a una tecnología concreta, había espacio para debatir abiertamente de cualquier tema que surgiese.
Podemos destacar algunas de las sesiones que más nos gustaron:
- Desorientados a objetos de Modesto San Juan.
- Aprender a enseñar a programar de Xavi Gost.
- Buenas prácticas vs exigencias de clientes de Usue Napal e Itziar Lopéz.
- El arte del patadón pa’lante. Libro de recetas de Eduardo Ferro y Luis Artola.
- Stacks tecnológicos (que usaban los asistentes en sus empresas).
- Aprendizaje tinder (en que se basaban los asistentes para investigar/aprender nuevas tecnologías).
- Pérdida de motivación (del cual salió otro debate muy bueno sobre si el desarrollo profesional tenía que ser extrínseco a la jornada laboral).
No quiero dejar este post sin dar las gracias a la gente de 540 por organizar y llevar adelante este pedazo de evento. Y cómo no, a Toño por llevar la batuta en el Open Space. ¡Muchas gracias!