En Biko somos conscientes de que hay una fiebre (quizá pasajera) por crear apps de tipo kiosko, que permitan ofrecer publicaciones digitales obteniendo algún beneficio económico por su comercialización. Tenemos multitud de ejemplos como Orbyt, Kiosko y Más, amanoMedia, Magzter, iKiosk, Scoop, etc.
Algunas consideraciones
La idea de base para crear un kiosko es la de poder ofrecer al usuario varias publicaciones diferentes desde una sola app. Esto es interesante porque la unión de varias publicaciones hacen que se den visibilidad entre sí. Es decir, si un usuario entra a un kiosko interesado por la revista X, puede que acabe comprando las revistas Y y Z. Esto es genial, porque entre todas las publicaciones que forman parte de un kiosko pueden multiplicar la difusión de la app, y que ésta sea conocida por más gente.
¿Cual es el problema en la actualidad?
El problema es que cada vez hay más kioskos, lo cual hace que cada usuario pueda requerir tener instalados varias plataformas diferentes para consumir sus publicaciones. Estas plataformas, si no aglutinan publicaciones muy reconocidas, pierden fuerza y se pierden en la App Store, haciendo que sea muy complicado acceder a ellas. Nunca hay que perder de vista el objetivo de un kiosko: ganar visibilidad. ¿Se va a conseguir este objetivo?
¿Qué alternativas existen?
Apple ha sacado su propio Kiosko con iOS5. Se han dado cuenta de que existía un problema: que las publicaciones se perdían entre las apps.
El kiosko de Apple, aparte de que está preinstalado en la primera pantalla de apps de todos los dispositivos con iOS5, da acceso directo a todas aquellas apps que hayan integrado su API de publicaciones. Por lo que la app está visible para la gente que está buscando publicaciones.
Esta API permite:
- recibir notificaciones push cada vez que haya una edición nueva
- descargarse la nueva edición en segundo plano sin necesidad de abrir la app
- gestionar las ediciones descargadas (tener números guardados)
- gestionar suscripciones de pago o gratuitas
¿Hacia dónde evolucionará el mercado?
Parece claro que para que las publicaciones ganen visibilidad, no resulta efectivo un mercado atomizado en el que coexistan multitud de apps-kiosko. Por tanto, la sensación actual es que sobrevivirán sólo unas pocas, cada vez más grandes. ¿Cuáles? Evidentemente una será la propia de Apple. Pero el resto, dependerá de sus alianzas estratégicas con los distintos grupos de comunicación, ya que eso facilitará el consumo de unas u otras publicaciones en cada kiosko. Y es que que no lo olvidemos: «el contenido es el rey» y siempre seguirá siéndolo.
Álvaro dice:
La reflexión es acertada pero yo plantearía un escenario alternativo en el que todos estos kioscos desaparecerán. El modelo kiosko es una más de las metáforas equivocadas que los editores de prensa trasladan al online pensando que los usuarios lo entenderán mejor y loq ue hacen realmente es liarlo más. Cuando la distribución no es un problema, algo que si existe en el mundo físico, ¿qué sentido tienen los escaparates? ¿no es Internet suficiente escaparate? ¿o Google? lo que los editores están montados son «sus kioskos», el de cada grupo y sus amigos.
Como decís en las últimas líneas, el rey será el contenido pero mientras que los medios no dejen de tratar a la tecnología con modelos antiguos no avanzarán.
saludos.
Álvaro
Rafa Aguilera dice:
Suscribo lo que Alvaro apunta: ¿cómo esperas conseguir diferentes resultados si haces lo mismo de siempre? Vender contenido en ‘kioskos’, aunque sean en la Red, desnuda a quienes siguen agarrados al clavo ardiendo mientras los ‘outsiders’ se la juegan explorando los territorios que se han abierto con, porque es lo que está pasando, el cambio de paradigma… Por cierto, algo parecido a lo que pronto les sucederá a los ‘distribuidores’ de apps 😉
Wila dice:
Tenéis razón los dos en vuestras apreciaciones. Mi sensación es que estos proveedores que se están apuntando a los kioskos, están enfocando el tema de un modo muy convencional, usando metáforas del mundo real ( como en los inicios de la Web), para facilitar a los usuarios «no expertos» el consumo del contenido -pagando-.
Efectivamente hay otros modelos más innovadores y que aprovechan mejor las ventajas de la comunicación online, como los de agregación de Zite o Flipboard, que yo prefiero.
Pero no nos olvidemos de que el público al que se dirigen los kioscos no es necesariamente experto. Es más, el iPad es un dispositivo estupendo para gente «mayor» que no usaba habitualmente el ordenador. Y ahí sí que creo que los kioscos pueden funcionar y hacer negocio, porque además, esos usuarios son de generaciones acostumbradas a pagar por el contenido (no son del «todo-gratis») y tienen capacidad adquisitiva para pagarlo, ¿no os parece?
Miguel Muñoz dice:
Desde mi punto de vista no veo ningún problema a la hora de utilizar símiles para que la gente entienda mejor un concepto. Eso no quiere decir que el modelo digital deba ser exactamente igual al tradicional. Básicamente porque los modelos de negocio en los que se sostienen ambos son totalmente diferentes.
Lo que me parece innecesario es que haya un sinfín de kioskos ya que eso no facilita en absoluto la labor al usuario de «buscar-comprar-descargar» un periódico en concreto.
Como dice Wila lo importante es el contenido, pero al mismo nivel está como consumes ese contenido. Si lees un periódico en una tableta esperas poder hacer cosas que no puedes hacer con una edición impresa.
Yo veo 2 problemas:
1) no es malo que se migren los conceptos del mundo tradicional a las tabletas, el problema está en que las editoras ni tan siquiera se han molestado en adaptarlos (contenidos en PDF, escasos contenidos multimedia, sin interacción con los usuarios, sin infografías digitales, sin interconexión con otros lectores, sin grandes funcionalidades sociales…).
2) las editoriales desconocen los modelos de negocio para las tabletas. Al igual que es impensable que una empresa editora no domine la fuente de ingresos en los medios tradicionales cuando se dedican a vender periódicos, también debería ser impensable que un medio tuviese una app que da acceso a todo su contenido y no domine los modelos de negocio para las tabletas.