Disfrutamos mucho de la Conferencia Agile Spain 2012 en Cáceres.
Había mucha gente, casi 200 personas, con ganas de aprender y compartir. La ciudad preciosa, aunque pasada por agua. Tres escenarios con sesiones en paralelo durante dos días casi enteros. Así que muchas presentaciones, algunas de ellas de mucho nivel.
Pero también, y esto es un acierto de la organización, abundante tiempo entre presentaciones para hacer networking, para charlar con un buen almuerzo (un catering de muchos quilates, con productos de la tierra) o un café. Que recuerde, ha sido uno de los eventos donde he tenido más tiempo para conocer gente y conversar, algo básico sobre todo cuando se hacen tantos kilómetros.
Resumo los dos días en 5 puntos concretos, voy al grano:
Ambiente de colaboración y aprendizaje.
Parece obvio en un evento que reúne agilistas, pero hay que reconocer que se predicó con el ejemplo. He estado en pocos congresos donde he vivido tanta pasión, motivación y ganas por compartir formas de trabajar y experiencias.
Además, con un nivel de vedetismo entre los gurús y demás referentes bastante moderado, muy aceptable. Todo un síntoma de que se va madurando y dando pasos en una dirección que nos aporta valor.
No me sentí como un marciano.
Nada que ver con la primera conferencia que hubo en Madrid hace tres años.
Entonces, al participar en una mesa redonda me sentí fuera de lugar. ¿Qué pintaba yo allí entre tekis y frikis de la tecnología? En Cáceres no fue así, me noté más integrado a pesar de mi rol de CEO en Biko.
De hecho mucha gente se me acercó para contrastar visiones y conocer mejor lo que estamos haciendo en Biko. ¡Algo absolutamente impensable hace tres años! Aprendí mucho conociendo sus empresas y formas de pensar y trabajar.
He conocido más a fondo algunas compañías realmente interesantes.
Algunas las conocía de oídas, o me las habían recomendado personas de mi equipo. Pero conversar con sus gentes fue muy útil e inspirador. Compañías como Runroom, Kaleidos, Plain Concepts. Aluciné con algunas de sus iniciativas internas, su cultura de empresa y la manera que tienen de prestar servicios.
Algunas presentaciones realmente interesantes.
Disfruté mucho con la presentación de Jorge Uriarte que asociaba el agilismo a la filosofía futbolística de Bielsa. También con el keynote, Masa K. Maeda.
Me pareció muy interesante conocer cómo lean y agile están llegando a un banco como ING Direct. Vi también, aunque no participé, cómo disfrutaba la gente con el taller de Ariel Ber sobre aprender ágil. Sé que me perdí algunas charlas importantes, como la de Xabier Albaladejo.
Se habló de negocio, pero la cosa fue algo pobre.
Creo que este es un punto importante a trabajar en el futuro y que además será clave para la evolución de los modelos empresariales lean y ágiles en los que creo tanto. Me resultaron bastante trasnochados muchos de los mensajes que se transmitieron en la mesa redonda “Si el agilismo es tan impresionante… ¿por qué no se hacen proyectos así?” quizá el momento donde más se habló de la relación con los clientes y de los modelos empresariales de prestadores de servicios como Biko.
Hace años podían tener sentido. No ahora. Creo que deberíamos ir algo más allá del “…los clientes no lo entienden. Yo ya lo he intentado. Allá ellos…” y hacer más autocrítica respecto a qué hemos hecho bien y mal para conseguir que el mercado sea más receptivo a nuestros planteamientos. ¿Por qué no se percibe el valor de todo ello?
Aitor Alzola dice:
Sin haber estado (snif) no puede estar más de acuerdo con la visión con respecto a los clientes. Ellos se equivocan, si no lo aprecian es su problema es una postura muy ¿autocomplaciente? Seguramente algo más de autocrítica, como señalas, nos vendría bien, igual no es tan impresionante como nos parece a veces.
Y clave me parece esa última pregunta: ¿Por qué no se percibe el valor de todo ello? ¿Igual porque no lo tiene?
Un saludo marciano.
Diego Cenzano dice:
Te perdiste un buen evento Aitor. Respecto a las preguntas que formulas, para mi la clave no es tanto decir si uno es ágil o no, sino el poder ofrecer un equipo de trabajo motivado, con talento y recursos, que esté ante todo orientado a resultados y demuestre que está comprometido con el negocio del cliente. Al menos en Biko, la filosofía agile nos está acercando a este modelo. Por ello creo que es un buen camino por recorrer y realmente tiene valor. Ahora bien, no es un fin en sí mismo, es un instrumento maravilloso que ayuda a sacar el máximo de los profesionales que formamos la compañía