El pasado domingo 8, Antonio Fraguas cerraba en el pais.es un artículo sobre la encrucijada editorial, con la siguiente declaración:
Para el director de la Federación de Gremios de Editores de España, Antonio María Dávila, la meta de Amazon no está en las obras: «Puede que haya una estrategia empresarial enloquecida para vender el Kindle -que para mi juicio es bastante malo, como todas las cosas baratas-, porque su negocio no es el contenido».
Mucha gente se ha mofado de esto último: si el negocio de Amazon no es el contenido… ¿cuál es entonces? Buena pregunta. Pero, si el negocio es el contenido, ¿por qué Amazon se ha instalado en España?
Bien mirado, muchos años antes de que existiera Amazon España era posible comprar libros españoles en Amazon.com y Amazon.co.uk, a precios competitivos y con una oferta extensa que incluía libros nuevos descatalogados en librerías españolas. Amazon funcionaba como un concentrador gigantesco de oferta y demanda, liquidando stocks en un modelo de cola larga que, sin una economía de escala, sería económicamente inviable.
Si hablamos de contenido digital, la distribución depende de nodos de telecomunicaciones, puntos neutros, CDN y sistemas de caché, pero no requiere una presencia geográfica local concretada en países. El contenido en soporte físico requiere servicios logísticos que aporten una red con presencia distribuida y acuerdos con agentes locales, pero esto puede ocurrir de forma transparente al cliente y no requiere un branding con sabor local. Lo mismo ocurre con un portal traducido y la atención al cliente: su localización precisa es irrelevante mientras la experiencia de compra ocurra como el cliente espera y en el idioma que desea.
Por tanto, volvemos a la pregunta original: ¿cuál es el negocio de Amazon? No es el contenido, sino el continente, es decir, todo lo que rodea al comercio. O dicho de otra forma: el negocio de Amazon es el comercio electrónico propiamente dicho.
Para entender el negocio de Amazon, lo mejor es fijarse en lo que en el EEC11 dijeron sus representantes y otros expertos. Amazon se posiciona como un operador global que vende, intermedia, transporta y soporta cualquier cosa. Novelas, cuentos, música, vinos, ropa, complementos, electrodomésticos, tecnología. Todo.
Jaques-Antoine Granjon, CEO de Vente Privé, explicó en el EEC11 su convicción de que si Amazon empezó con libros no fue por romanticismo ni vocación, sino por pragmatismo. El libro es sencillo de vender y es un buen objeto por el que empezar una vocación de dominancia. En este contexto, la expansión de Amazon en España se inscribe en el despliegue de redes logísticas y su voluntad de convertirse en un operador local que pone las tiendas para los comerciantes, las herramientas para los desarrolladores, el transporte y distribución, y los medios de pago. Sebastian Gunningham, vicepresidente de Amazon, remarcó el siguiente dato: tienen información sobre la credibilidad como pagadores de millones de consumidores y de sus tarjetas de crédito. En este contexto, la apertura de una tienda en España es un aspecto menor. Enrique Dans desarrolló más este tema hace unos meses en un post recomendable. La interpretación puede cuestionarse, pero los datos de los que parte merecen un vistazo.