Ya estamos de vuelta del Open Biko en su edición XXI, un eventazo lleno de momentos, sonrisas y abrazos, pero también alternados de los habituales ojos abiertos por las charlas interesantísimas y un dato a recalcar, LLENO literalmente.
Este Open ha sido especial, tras más de dos años tras el último Open presencial, ha sido todo un reto para una Biko algo distinta. Lo bueno es que las ganas han podido. Casi sin tiempo para digerir correctamente lo que hemos vivido juntos, te vamos a compartir una reflexión.
Las constantes, que dejan de serlo.
Todos los Open Space de Biko han tenido una serie de constantes, cosas que siempre ocurren, certezas a las que acudimos o que tenemos que asumir. Como por ejemplo, utilizar para el Open una temática clara que nos permita jugar y ambientar el evento, o, asumir unos retos de organización visibles que, parafraseando un post del 2019, requieren de esfuerzo, tiempo y cariño; los ingredientes esenciales de la revolución interna que precisa organizar y preparar un evento de este tipo.
Muchas de estas constantes, sin embargo, han desaparecido o han mutado con el tiempo. Muestra de ello fue el Open Space XX, en el que teníamos la certeza de que, confinados en plena pandemia, la situación requería de un esfuerzo especial y asumir una incertidumbre alta. En esa ocasión el Open se realizó pero a nivel interno y de forma online. Algo que hemos vuelto a cambiar esta vez, en la que hemos creído que era momento de retomar la presencialidad, abrir las puertas y comportarnos como si la situación prácticamente hubiera vuelto a la normalidad, ignorando una suerte de “normalidad forzada” por el deseo y necesidad de todas.
Otro cambio ha sido que, en estos dos últimos años, Biko, como otras empresas con suerte, continúa y está formada por muchas más personas. Más compañeros que, además de más jóvenes, han vivido mucho menos el ambiente que se da en una oficina, junto con los encuentros más cercanos, más personales y significativos. Toda una cultura tácita que tendemos a no valorar e ignorada por los que no habían vivido hasta el momento lo que era un Open Space en Biko.
El momento televisivo
Permitidnos un inciso en clave de metáfora. En la serie de televisión Lost, un personaje llamado Desmond tenía una constante. En su caso, la constante era un pequeño recuerdo al que se aferraba para poder dar sentido a todo y que al no poder acudir a él (o ella), las circunstancias le obligaron a llegar a sus raíces más profundas.
Sin embargo, esta pérdida de constantes quizá nos ha hecho un favor y nos ha permitido, gracias a los retos propuestos, considerar que quizá este es uno de los Open Space más exitosos.
Nos pusimos diversos objetivos, tales como atraer a doscientos asistentes (incluido más de un tercio de público nuevo) para volver a ser espacio de compartir experiencias entre profesionales y para que distintas empresas hagan touchpoint real entre ellas.
O también digitalizar en apps parte del proceso de organización de nuestro Open Space. Nos referimos a la propuesta y votación de charlas o a la agenda. Pensad que antes se hacían en una hoja de cálculo compartida mediante una videollamada.
El Open es parte de lo que hacemos, una filosofía, una muestra de que nuestro hacer sirve más allá del resultado inmediato: es una pieza de mejora y de cambio potencial que cada año nos hace replantearnos cosas, que pretende traer elementos nuevos que incorporar a nuestros mindsets. Que acaba atrayendo nuevas personas a nuestras filas de compañeros, clientes y colaboradores.
Al Open de este año le dimos el lema de CloseCloserOpen. Se trataba de un lema que podría parecer difuso, incierto, aparentemente volátil. Pero aquí viene lo interesante, refleja nuestra tendencia a abrazar la incertidumbre con una buena postura, como mencionaba César Astudillo en su charla y como nos dicen metodologías y prácticas como Agile o Extreme Programming. Eso es en parte el Open.
Los resultados avalan que la postura importa, más cuando las constantes dejan de serlo:
- Más de 80 empresas, 52 de ellas nuevas en el Open.
- 9 ponentes mujeres. 3 ponencias mixtas. 10 ponentes hombres.
- 15 horas y 45 minutos de charlas.
- Más de 200 participantes.
- 8 horas de evento.
Desmond recupero su constante, pero en el camino, perderla le hizo ser más Desmond que nunca, porque encontró su postura.
Perder la constante, pero no la postura, nos hace descubrir la constante real.
El Open es un pozo de gravedad en el espacio-tiempo que condensa e intensifica lo mejor de nuestra actitud y postura: el cómo hacemos, cómo nos enfrentamos a la tecnología actual y a su construcción, pero también la que está a las puertas, y lo más importante, los humanos detrás de ella.
Todos los que hemos venido al Open (o teníais planteado venir) acudimos a un rara avis. Un evento de empresa para hablar de las últimas tendencias tecnológicas, de software, de innovación, diseño y también espacio para lo no tecnológico. Pero un evento abierto, con gran parte de su público de fuera, sin necesidad de tener que ver con Biko. Un evento muy horizontal, que pretende poner al mismo nivel a todos, facilitar el compartir experiencias y aprendizajes por igual, seas cliente o compañero interno, técnico o responsable.
Esta es una de las razones por las que decimos que el Open es un evento único.
Por eso quizás estos 3 párrafos que definen el lema de #CloseCloserOpen son unas buenas raíces desde las que abrazar, con una buena postura, el cambio de lo que damos por constante, la incertidumbre, o lo que nos venga.
Un día para celebrar, acercarnos y dejar espacio a lo nuevo. Dejamos atrás la seguridad y control nacidas de lo imprevisible. Clausuramos una etapa, porque no podemos abrir sin cerrar lo anterior.
Queremos acercarnos, lo suficiente, tan cerca como para ver erizarse nuestras pieles y oír el chasquido de nuestras pestañas, tan juntos que nos haga notar y recordar que detrás de la tecnología e innovación lo que importa es la interacción humana, las personas.
El Open de Biko es un evento definido y esbozado, pero no determinado, para permitir que las nuevas ideas fluyan a través de todos. Open es abierto, transparente y receptivo al cambio.
Aunque no hay ganas de aguantar todo un año hasta el siguiente Open, quizá algunas constantes sí que son buenas compañeras que nos permitan reverdecer y volver a requerir de una revolución interna en 2023.
Y como puntada final, os dejamos un vídeo recordatorio de esta jornada.
¿Quieres ver cómo fue el último #openbiko? 🙂
Esperamos que te hayas sentido partícipe de esta jornada tan especial, que nos invites de vuelta a tu sarao, porque por nuestro lado no solo estamos a punto de ampliar y compartirte más cosas de las que viste ese día 27, sino que ya estamos trabajando intensamente en el resto de elementos cíclicos de nuestra filosofía y “postura”. Uno de ellos, el próximo Biko Insights, nuestro documento de reflexión acerca de tendencias tecnológicas que surge después de cada #openbiko.