¿Cómo me he convertido en una bikoniana? Casi de rebote. Qué suerte la mía.
Para las prácticas del máster los alumnos teníamos que elegir una empresa de un listado. Prácticamente un par de semanas antes de empezar, la empresa que había elegido me rechazó, así que pedí a la uni si podían tramitar el papeleo con Biko. Tres días después estaba haciendo la entrevista con Diego.
Sí, ENTREVISTA. Me río de mí misma por haberme puesto tan nerviosa. Fue una reunión de lo más sencilla, me presenté, expliqué aquello que me gusta o que se me da bien y poco más. No tenía nada que demostrar. Consejo: sé natural.
Primer día. Nada más entrar, espacio abierto, me encuentro en medio de la sala, me sentí observada (no sé por qué, todo el mundo iba a lo suyo). ¿A dónde voy? Don’t worry, mi tutor ya me estaba esperando para enseñarme mi sitio con el ordenador preparado (no tenía que instalarme nada. Gracias, Goiko!!) Vuelta de turno para presentarme a los diferentes equipos, decenas de caras y nombres, apresurándome para no olvidarme de nadie (nunca sabes quien te a va a resultar útil en tus primeros días). Trabajamos por equipos cada uno diferente y variado, pero en poco tiempo te darás cuenta que es más una familia que una oficina.
Puede que tu responsable no tenga mucho tiempo para dedicarte (dependiendo de las prisas del día), no pasa nada no quedas abandonado, siempre hay alguien para echarte un cable, una mano o un ojo (o lo que sea) y lo hacen encantados. Aquí todos son unos cracks cada uno a su manera, siempre hay algo que aprender, ya sea como desarrollador (en mi caso), a nivel de empresa, a nivel personal o a nivel de curiosidades.
El segundo día ya entré en la rutina del scrum, por suerte ya lo conocía de oídas de la uni. Pero… ¿qué tengo que aportar si ayer «no hice nada»?¿Tareas para hoy? Acabó el scrum y ya tenía cosas para hacer. Ayudar en el mantenimiento de un aplicación web bastante grande, y sólo para familiarizarme con el entorno de trabajo, .NET. Todos muy atentos para que lo entendiera, en serio no me cansaré de repetirlo, muy abiertos a ayudar. Se agradece mucho.
Poco después llegaron nuevos proyectos para desarrollar aplicaciones web e híbridas en otras tecnologías; con lo que ahora soy Front-End developer en angularJS. La diversidad de propuestas de proyecto que llegan a Biko, permite en cierto modo «experimentar» diferentes tecnologías y probar cosas nuevas. Aquí nunca te aburres. De esta manera he aprendido un montón de cosas en muy poco tiempo, no tan solo específicas de desarrollo si no también herramientas para el seguimiento de proyectos como Jira o Trello, el hipchat para la comunicación interna, o Git para la colaboración y gestión de versiones de código.
Lo que más me sorprendió (muy gratamente) es que aquí la formación es fundamental. Se hace de todo: se proponen sesiones o charlas para compartir el conocimiento entre todos, hay club de lectura, una pequeña biblioteca con libros bastante interesantes, y luego está nuestra estrella: los Open Space. Sesión de todo un día, abierta al público, en el que los compañeros realizan presentaciones de todo tipo, super amenas y entretenidas, relacionadas con Biko, los últimos casos de éxito de diferentes equipos o bien novedades en diferentes ámbitos que pueden ser interesantes como curiosidad o bien para intentar poner en práctica. Al final de los Open se suele hacer un análisis de cómo va Biko además de compartir las sensaciones e inquietudes que podamos tener los bikonianos.
Luego están los almuerzos y la hora de la comida. En la ofi hay una pequeña cocina y allí tiene lugar las conversaciones más disparatadas que hayas podido oír nunca. Se habla de todo, a veces del propio trabajo (muy pocas veces), de actualidad tecnológica, de actualidad política y sobre todo, de chorradas. La de veces que se me ha desencajado la mandíbula de tanto reirme.
Otra cosa positiva de Biko es que el horario es bastante flexible, además dispones de la opción de teletrabajo permitiendo trabajar desde casa y facilita organizar tu vida. En muchas empresas esto no es posible y en mi caso (soy mallorquina) me permite alargar un poco mis visitas a la isla.
No te preguntes qué hace una mallorquina en Pamplona, pregúntate ¿¡POR QUÉ sigue una mallorquina en BIKO!? Biko es una de las razones por la que me cuesta volver a Mallorca.
Esta es mi experiencia como bikoniana desde hace nueve meses (el tiempo pasa volando cuando haces lo que te gusta). Hasta he salido en un artículo de Navarra Capital.