Cuando llega el momento de hacer prácticas, normalmente te asignan una empresa y te lo comunican un par de días antes. En mi caso, algo raro, nos dieron a elegir 3 empresas de una lista de 15. Entre ellas aparecía el nombre de Biko, me sonaba haber oído que estaba bien, pero no tenía muchas más referencias. Me lancé y puse a Biko la primera de la lista.
Así que podría decir que entré a Biko por pura potra. Aunque todavía no conocía muy bien cuál era su manera de trabajar, me acuerdo que el día de la presentación me enseñaron la oficina y vi un tablón lleno de post-it, y pensé: “Vaya parece que hacen eso que me contaron en clase, pero sonaba a un cuento de hadas que nunca ibas a ver, scrum o algo así”.
Lo habitual en unas prácticas es que te manden un proyecto aparte, en el que puedas avanzar solo sin parar a nadie, y de vez en cuando te vayan revisando lo que haces. En Biko fue algo distinto, desde el principio me integré en el equipo y me hicieron sentir parte del proyecto.
Entré para realizar las migraciones de la base de datos antigua web del museo Thyssen, al nuevo Drupal 8 que íbamos a montar, pero más tarde me di cuenta de que la migración era solo una pequeña parcela en la que podía jugar. Tenía ansia de saber más, no me conformaba solo con las migraciones, y tuve la suerte de tener en mi equipo gente muy buena, que poco a poco me ha ido enseñando muchas cosas, no solo de Drupal.
También aprendí a usar un sistema de versiones como git, cómo está estructurado un proyecto web grande donde se junta el trabajo de todo el equipo… Más tarde llegó producción, en el que ya entran los balanceadores de tráfico, los cdn y miles de caches para que la página cargue como un tiro. Al principio estas cosas te suenan todas a chino, luego ya vas asimilando. Y no solo aprendí cosas técnicas, también otras herramientas útiles para el trabajo día a día: comunicación con cliente, habilidades sociales, charlas…
Sin darte cuenta comienzas a impregnarte del modo de ver la vida Agile, y lo que antes te parecía raro de Biko, empiezas a verlo raro de otras empresas.
Aparte de esto hay varias cosas que me fliparon de Biko cuando las conocí, por ejemplo:
- Un club de lectura en el que debatíamos todas las semanas sobre un capítulo que habíamos leído previamente. El hecho de que dentro de la jornada laboral tengas un rato para debatir y desarrollarte profesionalmente me parecía algo increíble.
- Los Open Space de Biko, toda la empresa para un día para dedicarlo a autoformación, el buen ambiente que hay, y la diversidad de las charlas…
- Los almuerzos: he visto debates en los almuerzos sobre política, inteligencia artificial, machine learning, videojuegos, tendencias tecnológicas, pokemon…
Si me hubieran dicho el primer día que entré a Biko que después de un año iba a saber lo que sé ahora, no me lo creo, ¡habría pagado por algo así!
Lo mejor de todo y lo que me hace seguir aquí es que no me veo estancado profesionalmente, solo sé un porcentaje muy pequeño de todo lo que puedo llegar a aprender si sigo aquí. Además de otras cosas en las que a veces no reparas, como el buen ambiente de trabajo. Biko es como una gran familia y esa sensación se transmite a todo el que llega.
Esta es mi experiencia en Biko, hace ya año y medio que soy bikoniano.