Hoy hemos presentado en Barcelona el desayuno de «Tendencias en Ecommerce y ROI temprano», con nuestro partner Multiplica, y me ha sorprendido bastante que el tema Agile, eje del mensaje para conseguir ese ROI temprano, era un concepto desconocido para los asistentes.
Aunque quizá no debería haberme sorprendido tanto. Al fin y al cabo, cuando una marca/empresa/cliente se lanza a crear un producto online no se pregunta demasiado cómo se lo van a construir. Piensan: lo construirán y ya, ¿no?
O más bien, lo construirán, la cagarán (es lo que suele pasar con los proveedores de desarrollo), me pedirán más dinero a mitad del proyecto, discutiremos, me entregarán un producto plagadico de errores, me negaré a pagar hasta que los arreglen… Así, y tras semejante parto, el producto estará online pero no voy a tener ganas más de que mantenerlo (lo de evolucionar ya es otra película) porque embarcarme en una nueva fase de construcción me da pereza, me trae malos recuerdos y me provoca dolor de corazón y de bolsillo.
Supongo que los proveedores nos hemos ganado esta fama a pulso y, por eso, no es que los clientes sepan o no qué es Agile, es que les cuesta creer que haya un remedio a tanto dolor innecesario. Y aunque lo creyeran o, al menos, les sonara interesante, ¡cuesta tanto dar el paso y probar!
Así que, en lugar de intentar convencer a nadie, voy a optar por hacerme eco de unos datos presentes en el libro Succeeding with Agile:
- El coste de los proyectos agile es un 26% menor de media. De los proyectos estudiados, el de menos ahorro logrado rebajó un 10% sus costes y el de mayor ahorro hasta un 70%.
- Los proyectos agile salen al mercado hasta un 37% más rápido que los proyectos tradicionales.
- La calidad de los proyectos agile mejora un 63% de media. Un 10% en el peor de los casos.
- Un 47% de los stakeholders consideran que, con los proyectos agile, están más satisfechos. Un 31% se siente mucho más satisfecho.
Esto es sólo una muestra de lo que podemos conseguir si nos empieza a preocupar cómo se constuyen (se diseñan, se desarrollan, se testan…) nuestros proyectos.
Ahora mismo, para mejorar incluso esos datos, nosotros estamos aplicando ténicas ágiles en un área hasta ahora inexplorada (al menos en territorio de habla hispana, pues los grandes gurús como Alan Cooper o Jeff Gothelf ya lo están poniendo en práctica). Se trata del agilismo en la definición del proyecto y su concreción a nivel de arquitectura, navegación… Vaya, todo el universo de la experiencia de usuario o UX.
Como todavía nos quedan los desayunos de Pamplona (18/11) y Madrid (24/11), seguiremos ahondando en cómo construir sitios que conviertan y sean inteligentes, pero que además nos permitan obtener un retorno de la inversión de forma temprana. Agile y Lean UX son las claves para ello, creedme (a mí o a los números, igual me da). ¡Clientes!, no se me ocurre otra manera más sencilla y efectiva de volver a recuperar la ilusión (y el dinero) al lanzar productos online. ¿Queréis asistir al desayuno? ¿Queréis que hablemos de cómo hacer realidad todo esto?
Iñaki Agirre dice:
Me alegro que celebréis los desayunos sobre metodologías ágiles de gestión de proyectos, pero si esta gráfica la habéis sacado del libro, es un buen ejemplo de toda esa jerga magufa, pseudocientífica o pseudoingenieril que me hace desconfiar de los agileros:
1.- Los ejes no están graduados, no se sabe dónde está el orígen
2.- La recta de regresión no es esa, ni de coña
3.- Consecuentemente, las bandas a 1 sigma están mal puestas
4.- El punto «agile projects» es uno, pero se etiqueta en plural
5.- El creativo que pintó la gráfica pensaría que estar por encima de la banda azul es guay, pero en mi sector, «Higher Time-To-Market» es peor
6.- Incluso la expresión «Higher Time-To-Market» suena a lo que en mi época llamabamos «inglés de Murcia», y ahora en Navarra llamaremos «inglés del Plan Moderna». «Longer Time-To-Market», please
Para mí que me quedo sin croissants 😉
ujue dice:
:)) La gráfica, como tú dices Iñaki, es todo menos usable. Una de esas obras creativas a la altura de la papeleta mariposa. En realidad trata de mostrar que los buenos son precisamente los que están por debajo, sólo que al diseñador no se le ocurrió que si pone la leyenda de Agile Projects en la parte superior, parece que lo bueno es estar arriba!!
Y estoy de acuerdo contigo. Yo me fio muy poco de los datos, y mucho más de la experiencia. En realidad todo esto del agile, incluyéndolo también en fases de concepto (Lean UX), convence pero porque hay experiencias reales de empresas que lo han probado, que te cuentan lo que les ha salido mal, lo que han ganado con el cambio… Nosotros somos una de ellas. Lo que vale es la realidad del día a día.
Si te interesa conocer algo más de buenas prácticas y pifias por el camino, no dudes en contactar conmigo!
Iñaki Agirre dice:
Gracias, Ujue, contáctame aquí:
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